sábado, 24 de noviembre de 2007

Los juegos de Mastropiero


Hete aquí la portada del libro que mi hijo me ha traído de lejanas tierras y que nos propone en forma de juego las principales técnicas que nuestros amigos utilizan para crear su humor.
El primero es la polisemia:
Ejemplos:
Tte. Stanley: ¡Oye, tú!, dime ¿tienes antecedentes penales?
Músico: Sí, creo que sí
Tte. Stanley: ¿Cómo creo?
Músico: Lo que pasa es que estuve preso diez años por violar la luz roja
Tte. Stanley: ¿Diez años sólo por eso?
Músico: Es que Luz Roja era la hija de un cacique comanche
("Quién mató a Tom McCoffee")

Juglar: Dime prícipe, tu prometida, la princesa Ginebra ¿es muy atractiva?
Valdemar: En el reino todos la llaman "90-60-90"
Juglar: ¡sus medidas!
Valdemar: No su teléfono. Todos la llaman.
("Valdemar y el hechicero")

Viejitos: Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho;
no hay derecho a que lo pasen tan bien!
("los jóvenes de hoy en día")

Ya Quevedo la practicó:
Los diez años de mi vida
Los he vivido hacia atrás,
Con más grillos que el Verano,
Cadenas que el Escorial.

Más sentencias que el Derecho,
Más causas que el no pagar,
Más autos que el día del Corpus,
Más registros que el Misal.

Os propongo el siguiente juego (que no es el que nos proponen en el libro: Buscar en nuestro amadísimo Poncela frases en las que podamos introducir polisemias despistosas y jocosas...
Ahí es ná
A trabajar.

Besos:
espadachines y espadachinas, fieles amigos del hombre y fielas amigas del hombre...
me'entendéis viejitos...